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Boletin Cultural2016: Creando Escuelas de Cultura El Boletín Cultural Interactivo de la Academia Colombiana de la Cultura es el principal medio de comunicación entre Miembros, Amigos y Afiliados de la institución. En este se dan a conocer todas las conclusiones sobre los logros significativos de las investigaciones en cultura universal, latinoamericana y colombiana que adelanta la entidad. Está dirigido, especialmente, a docentes, estudiantes y público en general interesado en conocer la importancia que tienen los procesos culturales para desarrollo individual -personal- y grupal, colectivo o social, sobre los métodos más idóneos para alcanzar los objetivos propuestos en cada proceso y los aspectos relevantes en la creación, diseño, estructuración, implementación, administración, control e innovación de empresas, actividades o programas en el sector. Por este medio se exponen y explican todos los temas relacionados con la idea o el concepto de cultura que sirven para aclarar y precisar los hechos, actos, modos, maneras y formas en los que ella se presenta; se estudian sus principales sistemas, los elementos básicos, naturaleza y éxitos posibles que cada uno de estos ofrece para el bienestar, la seguridad y el progreso particular o general de los seres humanos, del entorno social y natural, siempre, desde la perspectiva de una cultura integral con énfasis en la inteligencia y la razón, en el equilibrio de nuestras capacidades corporales y mentales, así como con el medio-ambiente. El Boletín Cultural Interactivo de la Academia Colombiana de la Cultura es la guía principal y de mayor importancia para participar en la investigación y realización de procesos culturales con el apoyo de esta institución. Se presenta en forma virtual, en texto electrónico o impreso en papel . Para disponer de este, solicite suscripción mediante Email de Contacto.
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La Ingeniería de Cultura y la Ingeniería cultural, tal y conforme a como aquí se entienden y explican, se notan como la superación de los apólogos de la cultura intuitiva. Se puede gestar una mejor cultura por la inteligencia y la razón aplicadas mediante una “técnica especial del ser”, una técnica de la prospectiva muy poco usada, un modo de ciencia que surge al entender el ciclo funcional del sentimiento y la razón, al ser conscientes de que somos conscientes, al usar la creatividad para hacer de esta misma creatividad una capacidad artificial, al pensar que pensamos y al usar la mente para entender la mente. Estas ingenierías pueden promocionar nuestras facultades a niveles aún no imaginados, en los que, seguramente, se abrirán mejores posibilidades como seres humanos, individuos, sociedades y especie. Rodolfo Llinás anotó en su libro “El Cerebro y el Mito del Yo”, del año 2003, que “En su ciclo de conferencias Gifford en Edimburgo, en 1937, tituladas "Reflexiones del hombre sobre su naturaleza", Charles Sherrington (1941, capitulo 12) insinuó la posibilidad de que si algún día los seres humanos llegaran a enfrentarse cara a cara con su verdadera naturaleza, este conocimiento podría desencadenar la caída de la civilización. Evidentemente, para Sherrington, el hombre prefiere considerarse como el más bajo de los ángeles y no el más alto de los animales. Mi opinión es que si algún día llegáramos a comprender en su totalidad la portentosa naturaleza de la mente, de hecho, el respeto y la admiración por nuestros congéneres se verían notablemente enriquecidos”. No se trata de inventar nuevos espejismos, quimeras, entelequias, religiones ni fantasías, no se trata de imaginar desbordadamente otros seres ni mundos posibles; se trata de conocernos a nosotros mismos y de transformarnos siendo capaces de crear nuestro mejor modo de ser, nuestra mejor o más perfecta consciencia, precisamente desde el conocimiento propio y del conocimiento del mundo que nos rodea y afecta. Yo, como individuo, el mundo natural y artificial que me rodean, mis semejantes y mis ideas y conceptos en mi cerebro o mente, se pueden tomar como protagonistas de este texto y sobre cuyas relaciones podemos establecer un primer acercamiento a lo que llamamos “cultura”. La complejidad aparente de una ciencia de la cultura, una Colología, se hace con el tiempo más simple y sencilla, más fácil de entender, de explicar y, lo más importante, de usar cotidianamente para ser mejores, un poco más perfectos y ante todo, más felices. Quizá, en última instancia, la Colología sea parte esencial de la ciencia de la felicidad, del bienestar, de la seguridad, la estabilidad y de un nuevo rumbo de nuestro progreso continuo, permanente, cotidiano, haciéndonos más sensatos, inteligentemente más equilibrados entre lo que sentimos y lo que pensamos. Al referirnos a la heurística en la investigación científica sobre “cultura” o “la cultura” -entendiendo por heurística el arte, la ciencia y la técnica o procedimiento teórico-práctico para resolver los problemas que se nos presentan- se puede proceder de acuerdo al “Cómo resolverlo” de George Pólya mediante: 1- Soluciones a ciegas, 2- Soluciones dadas por la experiencia y 3- Soluciones dadas por razonamientos correctos de acuerdo a algún tipo de lógica. Se debe precisar que la Colología fue creada por la necesidad de tener una ciencia propia para la cultura, ya que en todas las otras es considerada como un aspecto o rasgo del Género Homo y en especial del Homo Sapiens (Antropología Cultural); no obstante, en Etología se intuye una pre-cultura activa en buena cantidad de especies animales. Así, los procesos de cultura y culturales, que no son los mismos según la Colología, son examinados en dependencia o determinación por un objeto material (ser humano o animal en general) en el que aparece como objeto formal determinativo; toda ciencia anterior a la Colología examina a la cultura como rasgo o característica que es resultado de varios eventos como, por ejemplo, la espiritualidad del ser humano, su genética, la fisiología del sistema nervioso, la conducta, las costumbres, el modo de producción económica, los procesos educativos, el conocimiento y la tecnología, etc. La Colología se diferencia de otras ciencias por centrar establemente a la cultura y a los procesos culturales como su objeto material de estudio, como materia que está presente comúnmente en todas las acciones y los efectos correlativos al hecho, acto u obra de cultivar; no obstante, la Colología va mucho más allá del estudio de los procesos y resultados de estos hechos, actos y obras de “cultivo” o susceptibles de cultivar; de modo preciso y claro, en Colología, se abstraen los procesos y resultados de toda acción de cultivar ya sea una cosa extramental o mental, se comparan y se deducen sus principios, sus caracteres comunes, generales y particulares, sus leyes, con lo que se construyen modelos, se realizan experiencias y se prevén sus resultados. En Colología se llega más allá de una identificación y descripción ontológica de la cultura, hasta formular la metodología para establecer una ingeniería de la cultura, de lo cultural; se llega hasta la creación de “nuevos seres” o “modos de ser” (incluyéndonos primordialmente a nosotros mismos como individuos, como personas) por una técnica “sui generis” propiamente de cultura intima y social o colectiva. En Colología, al comienzo, se identifica, determina y describe a la cultura como acción-efecto de cultivar; igualmente se hace con los procesos culturales en su mayor extensión posible, notando que están presentes en el origen, en el surgimiento y el desarrollo de todo tipo de cosa extramental y mental, desde los simples o complejos físicos másicos y no másicos hasta los compuestos químicos inorgánicos, orgánicos, bióticos sin consciencia, preconscientes y conscientes de algún modo. Se propone, al principio, con total amplitud, que la cultura y los procesos culturales, en apariencia, como fenómenos, son los que dan origen a cualquiera cosa objetiva o subjetiva de modo autopoietico o poiético.
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