Sábado, 2024-10-12, 2:55 AM | Bienvenid@, en este momento usted es Amig@ Visitante |
¿Qué es Cultura?Cultura: Una palabra y una cosa. Un hecho, un acto, una obra. Un proceso y una secuencia de procesos. Acciones y efectos de cultivar. 1. La palabra Cultura: Sabemos que la palabra o nombre "cultura" -en castellano o español, en todas las lenguas romances y en aquellas que aceptan este término- tiene origen en la palabra latina cultüra (ae), que se deriva del verbo en latin colere (colô, colis, colere, coluî, cultum) (1), que es cultivar. Al principio, en latín, colere era exactamente igual a lo que hoy entendemos por cultivar, es decir, realizar varias acciones (procesos) de trabajo para lograr un efecto previsto y deseado, predeterminado, ya sea en el campo de lo mental (subjetivo) o en el campo de lo extramental (objetivo). Cultura aparece en latín como un sustantivo femenino deverbal (derivado de colere), compuesto por la raíz cul(t)- de cultus (participio de colere) e igualmente presente en el supino cultum, más la terminación –(t)üra, que es común en varias palabras derivadas de verbos, sustantivos y adjetivos, y que en el caso de los deverbales indica "acción y efecto del verbo señalado en su raíz". De aquí que cultüra, originariamente en latín, se entiende con el sentido de "acción y efecto de cultivar”, sentido primario que se extiende y se acepta en todas las lenguas que hoy usan este término. Por su Etimología, cultura significa "acción y efecto de cultivar". ______________________ (1) En latín, los verbos (colere, cultivar, en este caso) se enuncian con cinco términos: 1. Primera persona del singular de Presente de Indicativo (colō) 2. Segunda Persona del singular de Presente de Indicativo. (colis) 3. Infinitivo de presente (colere) 4ª Primera Persona del singular del Pretérito Perfecto de Indicativo (coluī) 5. Supino. (cultum). El sustantivo en latín se enuncia con dos términos, nominativo y genitivo. 2. La cosa Cultura: Cualquiera palabra nombra o denomina a "una cosa mental" o a "una cosa extramental". La palabra cultura, desde su aparición, tiene varios sentidos al nombrar o relacionarse con el cultivo de algunas "cosas mentales" (subjetivas, como emociones y afectos, sentimientos, saberes, etc., por ejemplo, cultivo de la verdad, de la amistad, de la bondad y de la justicia) y en otros casos refiriéndose a "cosas extramentales" (objetivas, como los frutos vegetales, las herramientas, los libros, las esculturas y pinturas). Esto se explica y se entiende si se tiene en cuenta que el verbo cultivar en latin (colere) se empleaba para referirse a las acciones y los efectos "en" y "de" un mundo dual, dividido en unos eventos y sucesos "espirituales" y en otros "físicos o materiales". En medio de esta división, que hoy todavía subsiste, la palabra cultura nombraba o se refería a "asuntos mentales" (espirituales) y tambien a "asuntos extramentales (físicos o materiales)" en una percepción errada de mundos muy diferentes, en algunos casos, aparentemente, sin ninguna relación. Hoy sabemos que esta dualidad es falsa y que el mundo que existe, el universo y cada una de las partes que lo conforman, es de algún tipo de materia (másica o no másica), ya que, lo que es inmaterial (2) no existe. ____________________ (2) Ver DRAE: Inmaterial: (Del lat. immateriālis). 1. adj. No material.
La materia de"la cosa cultura” se identifica, primeramente, por una parte, con el conjunto de las acciones procesales, especiales o particulares, necesarias e indispensables para cultivar un bien, o de algo que es percibido como "bueno" para algún ente, fin u objetivo; este conjunto se entiende como "una forma especial de las acciones que corresponden a los comportamientos y a las conductas referidos, exclusivamente, al logro de algo apreciado como de beneficio, que es constructivo, que ayuda al mejoramiento o perfeccionamiento para algo o para alguien. Por otra parte, en forma integral, también como materia suya, aparece "el conjunto de los efectos o productos de estas acciones, es decir, el bien logrado, el bien producido o producto de las acciones de cultivar". Así, la materia total de la "cosa cultura" es el conjunto conformado por las acciones de los procesos de cultura (o al cultivar) y los resultados de estos procesos (o productos de la cultura, del cultivo o culturales).
Es por esto que "la cosa CULTURA se identifica, en su esencia, con el conjunto total de las acciones procesales y de sus de sus efectos necesarios e indispensables, especiales o particulares, en la producción y el logro de un bien o valor ya sea mental o extramental". Esta relación entre Cultura y Bien no es exclusivamente moral, es decir, no se limita únicamente al ámbito de los comportamientos y la conducta, sino que se extiende a todo bien o valor en todos los campos de la actividad natural y artificial. De aquí se deduce que existe un bien natural mediante un modo de cultivo o producción natural, por la naturaleza; y un bien artificial mediante un modo de producción que depende en gran medida de la voluntad humana. Así, la cultura está determinada y originada por modos de producción involuntarios (naturales) y voluntarios (artificiales). Para cuando se trata del cultivo de lo percibido como antónimo del bien o de lo contrario a lo bueno, es decir, de algo percibido como dañino, malo o perverso, en el idioma castellano o español se creó la palabra ANTICULTURA, incluída en el DRAE como "conjunto de actitudes o comportamientos contrarios a la cultura". Existe, también en la lengua, el término de INCULTO, que se refiere a "que no tiene cultivo ni labor; dicho de una persona, de un pueblo o de una nación: de modales rústicos y groseros o de corta instrucción; dicho del estilo: desaliñado y grosero". Por lo anterior, se afirma que "a la cultura corresponden las acciones y los efectos necesarios e indispensables para el cultivo (producción) de un bien". Esto porque originariamente cultivar se refiere precisamente al logro de un bien o de algo estimado como bueno, que favorece la existencia y la vida en particular de quien cultiva, o, de forma general y común, beneficia la existencia y vida de alguna cosa o entidad; nadie cultiva lo que supone es dañino, perverso, inconveniente, malo o fatal; cultivamos lo que suponemos que es bueno, útil, que nos conviene, lo que nos garantiza la existencia y vida, lo que nos puede beneficiar (o beneficiar a algo o alguien) en algún sentido, lo que nos puede mejorar o, por lo menos, lo que nos hace permanecer en un estado satisfactorio de equilibrio existencial y vital. En este caso, la discusión se da en torno a lo que es bien o mal, a su sentido absoluto y relativo, objetivo y subjetivo, que se puede resolver mediante la afirmación: "un bien es aquello que mejora al ser particular y total de una cosa". Es cierto que esta relación de Cultura y Bien es problemática; pero también es cierto que las precisiones filosóficas, éticas, axiológicas, deontológicas e inclusive teológicas, superaron hace mucho tiempo las dificultades propias en la apreciación del bien o de lo bueno y su contrario, superando la relatividad de estos conceptos.
Lo que interesa -y es importante resaltar- es que entre cultura y bien existe una correlación natural que está presente en el mismo sentido originario del verbo cultivar (colere en latín) o en sus sinónimos en todas las lenguas; más allá, esta relación se encuentra en "la solución a todas las crisis que se presentan en los organismos no vivos y vivos" y que son estudiadas hoy, científicamente, por la Física, la Química y la Biología, principalmente, por las especialidades de la la ecología, la antropología, la sociología, la psicología, la etología y recientemente de la neurociencia, entre otras varias; todas unificadas por la Teoría de la Evolución y su concepto básico de la adaptación orgánica, por la que se sabe que "los mejores se adaptan, más fácilmente, a las condiciones y circunstancias, y sobreviven en medio de ellas cuando son adversas". Así, el bien se puede entender como "aquello que mejora, fortalece, preserva y conserva al organismo, al ente o a la cosa"; como aquello por lo que el organismo o la cosa se adapta con mayor facilidad al medioambiente y permanece existiendo o viviendo enfrentado a relaciones y efectos adversos, amenazantes, con menor esfuerzo y trabajo, con el menor gasto de energía y afectación destructiva.
La definición más simple y sencilla de cultura se logra al saber la etimología de la palabra en cuanto se refiere a "acción y efecto de cultivar"; pero existe gran cantidad de definiciones que se hacen más complejas y específicas a medida que va evolucionando el desarrollo histórico de las circunstancias y condiciones de las que surgen estas mismas acciones y efectos de cultivar, es decir, a medida que evoluciona la misma cultura y se elabora con más riqueza, claridad y precisión su idea o concepto. En todo caso, las diferentes clases de definiciones que sobre cultura se han podido lograr se han elaborado en dos sentidos principales: primero, en el sentido etimológico o en general lingüístico, que son las que se conocen como definiciones léxicas; y, segundo, en sentido fáctico, que son las definiciones reales o fácticas que se elaboran como conclusiones de investigaciones científicas sobre cultura, muy propias de la antropología, la sociología, la psicología, etología y otras ciencias humanas y sociales; pero, especialmente de la Colología como ciencia propia y especializada de la Cultura.
Los siguientes son artículos sugeridos para lectura y conocimiento general:
Cultura Colombiana Grupo del Ballet de Colombia de Sonia Osorio. Sonia Osorio de Sainto Malo (Bogotá, 25 de marzo de 1928 - Cartagena de Indias, 28 de marzo de 2011), bailarina y coreógrafa colombiana. Hija de Luis Enrique Osorio, precursor del teatro en Colombia y Lucía de Saint-Malo. Toda su infancia transcurrió en medio del baile y el teatro que la atraía más que los juguetes. En 1960 nace el Ballet de Colombia, la gran obra de Sonia Osorio, una compañía que ha llevado por todo el mundo la danza y el folclore colombianos, un espectáculo de primera categoría durante 48 años.
Ley 397 de 1997
LEY NACIONAL PARA LA CULTURA COLOMBIANA
Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias. La cultura, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad y actividad propia de la sociedad colombiana en su conjunto, como proceso generado individual y colectivamente por los colombianos. Dichas manifestaciones constituyen parte integral de la identidad y la cultura colombianas. El Estado impulsará y estimulará los procesos, proyectos y actividades culturales en un marco de reconocimiento y respeto por la diversidad y variedad cultural de la Nación colombiana. En ningún caso el Estado ejercerá censura sobre la forma y el contenido ideológico y artístico de las realizaciones y proyectos culturales. Es obligación del Estado y de las personas valorar, proteger y difundir el Patrimonio Cultural de la Nación. El Estado garantiza a los grupos étnicos y lingüísticos, a las comunidades negras y raizales y a los pueblos indígenas el derecho a conservar, enriquecer y difundir su identidad y patrimonio cultural, a generar el conocimiento de las mismas según sus propias tradiciones y a beneficiarse de una educación que asegure estos derechos. El Estado colombiano reconoce la especificidad de la cultura caribe y brindara especial protección a sus diversas expresiones. Principal institución pública para la Cultura en Colombia
|
|
Copyright MyCorp © 2024 |