Las Fuerzas de las Raíces
"Por un dolor intimo, profundo, aparece el gemido como la primigenia forma del canto y de la música; pero por el devenir del sentimiento y de la emoción, al poco tiempo, el llanto se transforma en risa, en alegría, en fiesta. Desde entonces, el caos se transforma en cosmos y van apareciendo multiplicidad de diferentes y variadas formas de afectos y pensamientos que se convierten en ritmos, en sonidos y movimientos que se difunden por todo el universo, contagiandolo de alma, de espíritu humano, multiforme, ínterno, enraizado en las partículas de Dios, de Dioses, que se hacen cada vez más humanos, más humanos, más humanos. El sonido y el silencio siguen la ley natural de los opuestos. Y siempre existe la posibilidad de un nuevo gemido, un nuevo dolor, una nueva alegría, un nuevo canto, una música nueva llena de bondad o de maldad sobre la tierra, en el aire y la conexión neuronal que no se extingue, que no desaparece, que se guarda en la memoria, que sostiene toda existencia y vida por venir"